domingo, 3 de abril de 2011

En lo que haces hoy yace el futuro (o el negocio)

Comienzo esta entrada con una pregunta: ¿Has pensado alguna vez en viajar al futuro? Cuando la incertidumbre nos atenaza, cuando imaginamos posibilidades para nosotros o para los que tenemos cerca, cuando compramos nuestro billete de lotería de Navidad, etc., nuestro cerebro en mayor o menor medida se anticipa, visualiza una cierta situación. Unas veces la alimenta y otras veces la desecha, dependiendo del signo más o menos positivo de lo que imaginamos, de si estamos especialmente soñadores o de nuestro estado de ánimo. Las leyes físicas permiten este viaje. Solo hace falta ir muy rápido, a una velocidad cercana a la de la luz, lo cual es mucho decir. Otro problema de este viaje sería la vuelta.
Los escritores de ciencia-ficción realizan ese ejercicio continuamente. Julio Verne o HG. Wells predijeron en sus novelas del siglo XIX avances tecnológicos que no se han desarrollado hasta decenas de años después. Incluso hay quien dice que el primero fue capaz de predecir una red mundial tipo Internet en una de sus novelas. Quizá lo mismo se podría decir de William Gibson o Isaac Asimov.
Pero la realidad es que Internet como tal ha resultado ser un fenómeno casi imprevisible. Y digo casi, porque si nos hubiéramos fijado bien es posible que sí hubiéramos tenido un atisbo. Que sí se nos hubiese pasado por la imaginación algo así. ¿Recuerdas, por ejemplo, el Partyline? Piensa ahora en el chat. No hay tantas diferencias. Y he aquí lo que quería señalar:  Cada vez que utilizamos una herramienta con un fin distinto del original podemos estar dando un salto a lo que en el futuro será la tendencia, la oportunidad o el nuevo negocio.
En mi caso, desde hace unos años guardo archivos que me envío a mí misma en el correo electrónico. Unas veces lo hago por seguridad, otras por tener a mi disposición trabajos que abro en distintos equipos. Doy por hecho que todos lo hacemos, así que imaginar un servidor virtual que nos libre del mantenimiento y la dependencia de un disco duro personal nos puede haber surgido a cualquiera. Esta idea lleva explorándose unos años y ha eclosionado en lo que se llama “cloud computing” o “computación en nube”, actualmente en desarrollo, pero previsiblemente el futuro de las dinámicas de trabajo y un negocio en alza.
Lo que planteo es hacer un cuidadoso ejercicio de observación. Se trata de sorprenderse en la calle, en casa o en el trabajo realizando uno de estos actos cotidianos en los que no seguimos las reglas o los caminos marcados a priori. Caer en la cuenta de que estamos creando un camino nuevo. Si no tenemos los recursos para convertirlo en una nueva forma de trabajo, en una nueva idea, o por qué no, en un nuevo negocio, por lo menos podremos echar un vistazo al futuro.

3 comentarios:

  1. Buenas!

    Tu post me ha recordado una conversación que, recurrentemente, mantengo con Jaime sobre la Teoría de la Evolución ... y es que las especies evolucionan por, como comentas en tu post, ‘probar cosas diferentes’ que les da una ventaja competitiva para su supervivencia. A lo mejor en términos tecnológicos sucede algo parecido. De todas formas estoy muy de acuerdo contigo en que probar nuevos caminos suele ser equivalente a abrir nuevos caminos. ¿Será facebook un anacronismo dentro de 5 años? ...

    A mí me gusta plantearme el futuro de una manera un poco distinta: Suelo preguntarme qué pensarán de nosotros (de nuestra sociedad, de nuestra ciencia, cultura, etc ) dentro de, por ejemplo, quinientos años. Cuando ahora miramos hacia atrás nos parece tan evidente que la estructura social del SXV era muuuuy mejorable pero seguro que ellos –en una inmensa mayoría- pensaban que habían llegado a un punto de sofisticación impresionante. Recuerdo la escena de El Nombre de la Rosa en la que Fray Guillermo enseña a Adso unas gafas y ambos flipan ... ¿De qué ‘flipaciones’ nuestras se reirán en el 2500? ...¿Qué pensarán de una civilización en la que 2/3 partes tiene problemas de alimentación e infecciones casi a diario? ¿Les parecerá tan raro a ellos que cada día mueran miles de niños por no tener agua potable como a nosotros nos lo parece el derecho de ‘pernada’ o la sociedad feudal? Estoy convencido de que sí ... afortunadamente en cada época hay gente que no cree que lo usual es lo normal ...



    Besos!

    R:

    ResponderEliminar
  2. No sé si conoces Dropbox. Yo me enviaba correos electrónicos continuamente a mí misma hasta que lo descubrí. Efectivamente, es una de las aplicacione más útiles de lo que se viene a llamar cloud computing.

    El ejemplo extremo de cómo los usuarios acaban utilizando las herramientas como les viene en gana es Twitter, que nació sin que sus propios creadores supieran muy bien para qué iba a servir. Y ahí está, con más usuarios y más usos diferentes cada vez. Estoy segura de que cuando lanzaron la plataforma no podían ni imaginarse que se iba a convertir en la herramienta de cabecera de los periodistas, la punta de lanza de toda campaña de marketing que se precie, el altavoz de las protestas populares y uno de los principales foros de discusión política.

    ResponderEliminar